1) CONTROLÁ EL NIVEL DE ACEITE
Si bien siempre hay que hacerlo, con más razón debés controlarlo en invierno, ya que las bajas temperaturas hacen que el cárter capte más humedad ambiente en forma de agua, que no solo disfraza el nivel de aceite, sino que también torna opaco su color.
Si observás opacidad en tu aceite de motor es porque contiene agua y el nivel está disfrazado. Te recomendamos hacerlo recorrer por lo menos 30 kilómetros por autopista, para que el aceite eleve su temperatura y expulse el agua. Luego hacé tu medición de aceite nuevamente.
2) CAMBIÁ EL ACEITE DEL MOTOR
El aceite de motor debe conservar su fluidez durante todo el año, pero esta cualidad cobra más relevancia en invierno. No descuides tu cambio de aceite cuando cumpla con los kilómetros recorridos indicado en el manual o transcurra el año.
3) COMPROBÁ EL NIVEL DEL LÍQUIDO REFRIGERANTE
El líquido refrigerante no solo regula la temperatura de tu motor y lo refrigera, también cumple con la delicada misión de protegerlo contra la corrosión y además no se congela cuando las temperaturas están por debajo de los 0°C.
Una vez a la semana, revisá su nivel y no agregues solo agua destilada sino en una proporción del 30% al 50% del anticongelante que recomiende tu manual de usuario.
4) PONÉ EN MARCHA EL MOTOR DE TU AUTO
Si no usás tu auto en invierno, te recomendamos que los pongas en marcha por lo menos una vez por semana y lo hagas funcionar regulando hasta que prenda el electroventilador. De esa forma, se cargará la batería y evitarás que se forme moho en el interior del motor. Mientras esté en marcha, probá la calefacción y también el aire acondicionado, verdaderos aliados al momento de desempañar los cristales.
5) REVISÁ EL LIMPIAPARABRISAS
La buena visibilidad cobra relevancia en invierno. Asegurate que los limpiaparabrisas estén en buenas condiciones. Si las escobillas están muy usadas, son más propensas a resquebrajarse con climas fríos y no podrán mantener el parabrisas limpio. Tené en cuenta que estos elementos deben reemplazarse una vez al año. No esperes que fallen y llená el depósito del limpiaparabrisas utilizando líquido limpiaparabrisas, que mantendrá los cristales limpios y libres de grasitud.
6) CONTROLÁ LOS NEUMÁTICOS
Con el frío, los neumáticos pierden presión y se deben controlar para evitar resbalamientos, disminución de la tracción y desgastes desparejos. Si usás muy poco tu auto en invierno, los neumáticos pueden deformarse si mantienen una misma posición. Inflalos con 1.5 libras más y mové el auto para cambiar su posición.
También te recomendamos que revises su fecha de vencimiento, la rueda de auxilio y las herramientas necesarias para su posible reemplazo.
7) REVISÁ LAS LUCES
Las luces son vitales, especialmente en una noche oscura de invierno. No solo es importante que puedas ver, sino también que seas visto. Pedí la ayuda de alguien que te ayude a hacer una inspección de todas las luces exteriores: delanteras, traseras, balizas, las de giro y las de frenos.
Tomá conciencia de que las luces se usan más en invierno y significan más carga en el sistema eléctrico de tu vehículo, debido a que los días son más cortos y las noches más largas. Tomalo en cuenta cuando examines tu batería.
8) REVISÁ LOS FRENOS
Los frenos siempre deben estar en condiciones, y más aún en invierno con pavimentos resbaladizos. Si el nivel del depósito del líquido de frenos está muy bajo y no hay pérdidas es posible que tus pastillas estén muy gastadas y sea momento de su reemplazo. Si tu vehículo tiene ABS no te preocupes por el ruido que genera en pavimentos resbaladizos cuando frenás, es normal.
9) CONTROLÁ EL TERMOSTATO DEL SISTEMA DE REFRIGERACIÓN
El termostato es el elemento del sistema de enfriamiento que permite que tu motor funcione a la temperatura que garantice un buen consumo de combustible, un buen rendimiento de tu motor y un funcionamiento adecuado de tu calefacción. Pedí en miautohoy.service que lo revisen y, de ser necesario, que lo limpien o reemplacen.
10) COMPROBÁ LA LUNETA TÉRMICA
Con el motor en marcha, accioná la luneta térmica y apoyá tu mano sobre el vidrio trasero. Si funciona, notarás que el vidrio se entibia. La buena visibilidad es clave para un manejo seguro.
11) CONTROLÁ LA HERMETICIDAD DEL HABITÁCULO
Los burletes de goma envejecen por la influencia del medio ambiente y el uso de detergentes inadecuados. Si esto sucede, tu auto no sólo aparentará un mal aspecto, sino que además sufrirás más los estragos climatológicos del invierno, con ingreso de lluvia o viento. Para evitarlo, pulverizá periódicamente con algún aceite siliconado en aerosol y luego una suave esponja.
12) CONTROLÁ LA BATERÍA
La batería es el componente que más sufre por las forzosas puestas en marcha. Es muy importante controlar su carga y el buen funcionamiento del alternador. Si tiene más de 5 años, es más seguro cambiar la batería.
Las bajas temperaturas pueden afectar a tu vehículo de muchas maneras, poné en práctica estos consejos para cuidar tu auto en los días más fríos.